domingo, 2 de marzo de 2014

Desperado: Un western para los oídos (1973)




Últimamente me he parado a escuchar con más detenimiento una de las bandas, que en mi opinión, podría enmarcarse dentro de las mejores bandas americanas de la historia. Hablo nada más y nada menos que de los Eagles, con sus voces cristalinas y esa especial capacidad para mezclar el sonido autóctono de su tierra con el rock y el pop.


Uno de los álbumes que  ha llamado mi atención es el segundo trabajo de la banda californiana, titulado "Desperado".

Los Eagles buscaban un álbum que revisara la figura de los forajidos del viejo oeste, caracteres  con los que los miembros del grupo sentían especial afinidad.

La idea no era ninguna novedad. En entradas anteriores de este blog pudimos ver como Johnny Cash hizo algo parecido con los desheredados de la vieja América de los Pioneros, pero desde una visión más historicista que la que querían plasmar los Eagles. Estos dejan claro que lo que quieren es trasladarnos al viejo oeste: revólveres, tiroteos, mujeres fáciles, desiertos polvorientos y pelotazos de whiskey. Sólo tenemos que fijarnos en la portada del disco para ver las intenciones de la banda, donde aparecen los miembros del grupo vestidos de forajidos con chalecos rifles, barbas de varios días, etc.


A la hora de trabajar en este álbum los Eagles tomaron como eje central la figura de los  Doolin-Dalton,una banda de forajidos que asaltaba bancos y trenes, y que también da título a la primera canción del disco.

En "Out of control" se narran los placeres de visitar una cantina donde reinan las refriegas, las timbas, las mujerzuelas y el alcohol de alta graduación, mientras que  "Twenty-One" y "Outlaw Man" son declaraciones de principios donde estos forajidos son conscientes de la vida errante que llevan, pero no se ven viviendo otro tipo de vida más tranquila, aun así se dan cuenta de la soledad que acarrea el modo de vida que han elegido como podemos ver en "Desperado" o "Tequila Sunrise". 

Estos forajidos esquivan las flechas de Cupido con firmeza y remordimiento al mismo tiempo como podemos observar en "Saturday Night". Por último nos dejan claro que siempre habrá un nuevo camino por el que cabalgar y dinero para robar "Bitter Creek".

En mi opinión es una maravilla de disco que permite transportarte a la vida que llevarían los Doolin-Dalton en el viejo oeste. Un auténtico western para los oídos.